Pain Physicians NY (Brooklyn, Queens, Manhattan, Bronx NYC) es una de las primeras prácticas en Nueva York para ofrecer una alternativa a la artritis reumatoide y unirse a tratamiento del dolor. Dependiendo de la severidad del dolor podemos ofrecer inyecciones de Plasma Rico en Plaquetas (PRP), terapia térmica intersticial con láser, Tratamiento de Estimulación de Pulso(P-STIM), terapia de Estimulación Nerviosa Eléctrica(tens terapia).
Estamos aprobados por el Departamento de Salud del Estado de Nueva York Medical Marijuana Facility. Nuestra instalación equipada con el equipo más avanzado y de vanguardia. Nuestros especialistas en dolor articular de Brooklyn son los mejores de la región. Fuimos seleccionados para formar parte del equipo médico internacional para los Juegos Olímpicos de Río.
Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que provoca la inflamación de las articulaciones, concretamente las pequeñas articulaciones de la mano y los dedos. A diferencia de la artrosis, que provoca desgaste, afecta al revestimiento de las articulaciones. Se produce una hinchazón dolorosa en la zona que puede causar erosión ósea y deformación articular.
La artritis reumatoide como enfermedad autoinmune
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que se produce cuando el sistema inmunitario ataca por error a sus propios tejidos. A veces afecta también a otros órganos del cuerpo, como la piel, los ojos e incluso los vasos sanguíneos.
La Artritis Reumatoide implica considerablemente al menos tres cursos principales de la enfermedad.
- Monocíclica: se caracteriza por un solo episodio, generalmente entre 2 y 5 años después del diagnóstico inicial.
- Policíclica: la enfermedad está activa y sus signos y síntomas son fluctuantes.
- Progresiva: la enfermedad sigue avanzando, dando lugar cada vez a signos y síntomas más graves.
La prevalencia de la enfermedad es del 0,4-1,32% en todo el mundo. Puede aparecer a cualquier edad, pero normalmente después de los 40 años. El riesgo es mayor para las mujeres que para los hombres.
Signos y síntomas de la artritis reumatoide
Los signos y síntomas característicos de la artritis reumatoide son:
- Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
- Rigidez matutina que dura varias horas.
- Formación de protuberancias bajo la piel del brazo (nódulos reumatoides).
- Fatiga y pérdida de peso.
En sus primeras fases, la enfermedad afecta a las articulaciones pequeñas, normalmente de los dedos de manos y pies. A medida que la enfermedad progresa, sus síntomas se extienden a las muñecas, los brazos, las rodillas, los hombros, las caderas y los tobillos. Los síntomas de la artritis reumatoide varían en función de la gravedad de la enfermedad y, en ocasiones, incluso pueden producirse periodos de remisión total. Con el tiempo, a medida que la enfermedad avanza, se ven afectadas cada vez más articulaciones de todo el cuerpo, que resultan cada vez más dañadas. Esto acaba provocando deformidad y desplazamiento articular.
Factores de riesgo
Algunas personas tienen más riesgo de padecer artritis reumatoide que otras. Los factores de riesgo de la artritis reumatoide son los siguientes:
- Sexo - La artritis reumatoide es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. Los expertos creen que la razón es el efecto del estrógeno, que es una hormona femenina.
- Edad - Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero las personas de entre 40 y 60 años tienen un mayor riesgo.
- Genética - Se cree que las personas cuyos parientes cercanos han padecido artritis reumatoide tienen un mayor riesgo de desarrollar y padecer esta enfermedad.
- Tabaquismo: los fumadores tienen más riesgo de padecer artritis reumatoide que los demás.
- Nivel de testosterona: los varones con niveles bajos de testosterona tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad en una fase posterior.
¿Cómo se diagnostica la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es difícil de diagnosticar en sus primeras fases, ya que puede imitar los signos y síntomas de otras enfermedades. Ningún análisis de sangre ni ningún hallazgo físico pueden diagnosticar la enfermedad. Pero los médicos pueden pedir análisis de sangre para confirmar la presencia de la inflamación. Entre las pruebas necesarias se incluyen:
- Análisis de sangre: se realizan para confirmar el proceso inflamatorio en el organismo. Las personas con esta enfermedad muestran un aumento de la VSG (velocidad de sedimentación globular). Otros factores como el factor RH (factor reumatoide) y los anticuerpos anti-CCP también están presentes en muchos casos.
- Técnicas de imagen: las radiografías se realizan para comprobar la progresión de la enfermedad. La resonancia magnética y las ecografías se realizan para comprobar la gravedad de la enfermedad.
¿Cómo se trata la artritis reumatoide?
No existe una cura adecuada para la artritis reumatoide. Se administran medicamentos para tratar los síntomas, como la inflamación y el dolor, y para ralentizar el proceso inflamatorio del organismo. En casos graves, incluso es necesaria la cirugía. Los medicamentos necesarios para el tratamiento de la artritis reumatoide son:
- Los AINE (ibuprofeno y naproxeno) reducen el dolor y la inflamación.
- Estimulación nerviosa eléctrica
- Terapia láser intersticial
- Tratamiento de estimulación por impulsos
- Plasma rico en plaquetas (PRP)
- Los corticosteroides (Prednisona) reducen el proceso inflamatorio
- DMARDS (fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad)
- Agentes biológicos (estos fármacos se dirigen a las partes del cuerpo donde tiene lugar el proceso inflamatorio).
La cirugía es la última opción de tratamiento y consiste en la sustitución total de la articulación, la reparación del tendón e incluso la fusión articular.
El centro de tratamiento del dolor más avanzado, los médicos y especialistas en tratamiento del dolor de cuello de Brooklyn en Pain Physicians NY ofrecen un enfoque único e individualizado. Estamos utilizando las opciones más eficaces de gestión de dolor en las articulaciones utilizando las últimas tecnologías disponibles en EE.UU..
Siempre consideramos primero las opciones de tratamiento no invasivas antes de recurrir a procedimientos más invasivos, como la cirugía mínimamente invasiva.
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