La vulvodinia (dolor vaginal) es un trastorno doloroso en la zona del orificio vaginal y la vulva. La vulvodinia causa dolor intenso, escozor y ardor en la vulva para los que no existe cura completa. El objetivo del tratamiento de la vulvodinia es aliviar los síntomas y reducir el dolor vulvar.
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¿Qué es la vulvodinia?
Cuando una mujer experimenta dolor en la región vulvar, la afección se describe como vulvodinia. Afecta a la vulva, los órganos genitales femeninos externos, incluidos los labios, el clítoris y el orificio vaginal. El dolor puede afectar a una zona concreta o extenderse a varios puntos, provocando dolor vaginal.
¿Cuáles son las causas de la vulvodinia?
Aún se desconoce la causa exacta de esta afección, y los investigadores se esfuerzan por tratar de identificar el motivo del dolor de la vulvodinia. Sin embargo, se ha sugerido que las causas de la vulvodinia pueden estar relacionadas con la genética, la inmunología e incluso la dieta. Otras posibles causas de la afección pueden ser:
- cambios hormonales
- lesiones e irritaciones nerviosas
- hipersensibilidad a las infecciones por levaduras
- alergias a determinadas sustancias químicas
- respuesta anormal de las células vulvares a infecciones o traumatismos
Aunque se desconoce la causa, se ha observado que esta afección se da en mujeres de todas las edades, desde adolescentes hasta ancianas. También es un problema muy común, que afecta a millones de mujeres en un momento dado, pero la ausencia de una causa conocida hace que sea más difícil de tratar.
Síntomas de la vulvodinia
Los principales síntomas de la vulvodinia son el dolor vulvar, aunque el dolor puede presentarse de diversas formas. Algunas mujeres pueden tener dolor en una sola parte de la vulva, mientras que otras experimentarán dolor en toda la región vulvar. El dolor también puede variar en intensidad de una mujer a otra. El tipo de dolor también puede variar: algunas mujeres experimentan un dolor agudo, mientras que otras tienen una sensación de quemazón.
Independientemente de cómo se presente el dolor vaginal, puede ser un signo muy claro de vulvodinia. En algunos casos, el dolor puede ser constante, mientras que en otros puede ser intermitente y experimentarse a intervalos. Aún así, algunas sólo experimentan dolor cuando se toca o presiona la región vulvar, lo que hace que ciertas actividades resulten dolorosas, como sentarse o montar en bicicleta.
Al igual que las hemorroides, la vulvodinia es una afección algo delicada y a muchas mujeres puede darles vergüenza hablar de ella con su médico. Por eso, algunas mujeres sufren dolor durante años sin recibir ayuda médica.
Tipos de vulvodinia
Vulvodinia generalizada: cuando el dolor experimentado afecta a varias regiones vulvares en diferentes momentos. El dolor puede producirse de forma constante o intermitente, y el tacto no parece provocarlo pero la presión puede exacerbar el dolor
Síndrome de vestibulitis vulvar: dolor especialmente en la entrada de la vagina. Este tipo de vulvodinia suele desencadenarse por la presión, por ejemplo durante el coito, y se caracteriza por una sensación de quemazón en la región.
Diagnóstico y tratamiento de la vulvodinia
El diagnóstico de la vulvodinia se basa principalmente en la descripción de los síntomas, ya que no existen pruebas. No obstante, para obtener un diagnóstico positivo, los síntomas de la vulvodinia deben estar presentes durante más de 3 meses.
Desgraciadamente, tampoco existe tratamiento para la vulvodinia, pero se dispone de varios medicamentos que ayudan a las mujeres afectadas aliviando el dolor y haciéndolas sentir más cómodas. Algunos ejemplos son los anestésicos locales como la lidocaína y las cremas tópicas de estrógenos.
La solución más importante es el autocuidado, que implica medidas que eviten posibles irritantes como el cloro de las piscinas, el champú, el papel higiénico y los jabones perfumados, los detergentes para lavar la ropa e incluso los alimentos que hacen que la orina sea más irritante, como el chocolate y las bayas.
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