Como "columna vertebral" de la banda, la responsabilidad del batería es llevar el compás y mantener el ritmo. Sus manos y pies deben estar en perfecta sincronía al pasar de la estrofa al puente y al estribillo. Si su sincronización es la más mínima, la canción se resentirá y puede resultar notablemente inconexa.
Síndrome del túnel carpiano
Como baterista, tus manos son tu instrumento y tu habilidad se basa en tu capacidad para controlarlas adecuadamente. Dependiendo del estilo de música que toque, sus pulsaciones por minuto (BPM) variarán. Sin embargo, para todos los bateristas, el riesgo de padecer el síndrome del túnel carpiano (STC) es una preocupación muy real.
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¿Qué causa el síndrome del túnel carpiano en los bateristas?
El síndrome del túnel carpiano, a veces denominado STC, se produce por una acción repetida que causa irritación o inflamación de los tendones, lo que puede provocar hinchazón y engrosamiento de la cubierta de los tendones de la mano. La hinchazón y la inflamación también pueden producirse en el nervio mediano o a su alrededor. Este nervio proporciona sensibilidad al pulgar, al primer dedo, al segundo dedo y a parte del dedo anular de ambas manos, y también permite la flexibilidad muscular en el pulgar que permite tocar el pulgar contra los otros dedos y así agarrar los palos. En este caso, la acción repetida sería la vibración de la percusión absorbida por la mano mientras ésta se encuentra en una posición comprometida.
Afecciones de la columna vertebral
Debido a la posición en la que la batería obliga al cuerpo a estar, las lesiones cervicales y lumbares son bastante frecuentes. La necesidad de colocar los brazos y las manos delante del cuerpo para tocar crea la tendencia de los bateristas a arquear la espalda hacia delante y "colgarse" de los ligamentos de la columna vertebral. Este arqueamiento es uno de los factores más comunes de las lesiones de la columna lumbar. El tratamiento de afecciones de la columna vertebral es la especialidad de Pain Physician NY - tratamos el dolor de la columna vertebral caso por caso.
AlPor eso, debido a la disposición de los sets de batería convencionales y a las exigencias físicas de tocar la batería, es habitual que los bateristas arqueen el cuello. Según la Chiropractic Resource Organization (Organización de Recursos Quiroprácticos), por cada centímetro que la cabeza se desplaza hacia delante, ésta gana 3,5 kg de peso. Esto afecta directamente a la cantidad de fuerza y tensión aplicada a los tejidos y músculos de la parte superior de la espalda y el cuello. Esto hace que los músculos suboccipitales, que son los que levantan la barbilla y están situados en la base del cráneo, se contraigan constantemente. Además, el impacto repetitivo sobre las extremidades que se deriva de golpear la batería provoca una absorción constante de estos impactos por parte de la columna vertebral. Muchos bateristas tocan 200 golpes (impactos) por minuto. Esta es una cantidad increíblemente alta de impacto para la columna vertebral. Al igual que el tambor absorbe la fuerza de las baquetas, algo tiene que absorber la fuerza recíproca de la percusión. La columna vertebral actúa como un amortiguador. Las fuerzas suben por las extremidades hasta la columna vertebral, donde se reduce la resonancia. Sin embargo, esta absorción constante crea vibraciones constantes en la columna vertebral y puede provocar deslizamientos y hernias de los discos intervertebrales.
El legendario cantante y batería de la banda multiplatino Genesis, Phil Collins, fue víctima de complicaciones en la columna vertebral por pasar más de 50 años detrás de una batería. Phil sufría una grave compresión cervical y era incapaz incluso de sujetar unas baquetas sin un dolor insoportable. También sufría dolores radiculares y disfunciones neurológicas que le dificultaban apretar las manos y sujetar las baquetas. En 2009 dijo a sus fans que nunca podría volver a tocar la batería. Sin embargo, tras una descompresión espinal, Phil puede volver a sujetar las baquetas y empieza a tocar la batería de nuevo, sin dolor.
Algunos signos o síntomas de una afección de la columna vertebral pueden ser:
- Cervicalgia o lumbalgia persistente
- Dolor agudo y repentino que se produce al moverse o agacharse.
- Dolor que se irradia a brazos o piernas
- Entumecimiento u hormigueo en las extremidades
- Dolores de cabeza o fatiga persistentes