La toxina botulínica se utilizó inicialmente para el tratamiento de las arrugas y las distonías focales que afectan a la cara y los ojos, pero en los últimos años se ha empleado también para el tratamiento de las cefaleas crónicas.
La onabotulinumtoxina A es un fármaco inyectable utilizado por nuestros centro de tratamiento del dolor para el tratamiento de las cefaleas crónicas, aprobado por la FDA.
Se sabe que los dolores de cabeza son más frecuentes entre las mujeres que entre los hombres. Los dolores de cabeza varían de una persona a otra. Varían en gravedad y frecuencia, interfiriendo en la vida cotidiana y afectando a la calidad de vida. Existen diferentes tratamientos farmacológicos para las cefaleas. Sin embargo, todos ellos tienen sus efectos secundarios y contraindicaciones. En muchos casos estas opciones de tratamiento son también muy poco eficaces o incluso ineficaces.
Botox como opción terapéutica para las cefaleas crónicas
El Botox como opción de tratamiento para las cefaleas crónicas se descubrió por casualidad. Muchos pacientes que recibieron inyecciones de Botox para las arrugas de la cara y la frente informaron del alivio de sus migrañas. Esto dio lugar a una serie de ensayos clínicos en los que se utilizó el Botox como opción de tratamiento para las cefaleas, especialmente para las cefaleas crónicas. Estos estudios demostraron que el tratamiento con Botox aliviaba las migrañas, las cefaleas tensionales musculares o incluso la cefalea crónica diaria.
Se cree que el Botox actúa reduciendo la contracción muscular o bloqueando una sustancia química transmisora del dolor, o como una combinación de ambas acciones.
Para este tratamiento se administran aproximadamente entre 10 y 12 inyecciones, la mitad de ellas en la frente y la otra mitad en la nuca. La inyección de Botox suele tardar hasta dos semanas en surtir efecto, que suele durar de 2 a 5 meses.
Como cualquier otra opción de tratamiento, incluso las inyecciones de Botox tienen sus efectos secundarios. Por suerte, los efectos secundarios y las complicaciones tras recibir inyecciones de Botox para tratamientos del dolor de cabeza son muy poco frecuentes. Los efectos secundarios más frecuentes son: dolor en el lugar de la inyección, rigidez, dolor de cabeza, pérdida de fuerza, debilidad muscular, párpados caídos, cambios en la visión, ronquera, pérdida de control de la vejiga, etc. En casos muy raros, esta neurotoxina puede extenderse a otras partes del cuerpo.
Si las inyecciones de Botox son la opción de tratamiento adecuada para sus dolores de cabeza crónicos, sólo su médico especialista en dolor y usted pueden decidirlo. Debe consultar a su médico cuando considere la posibilidad de inyectarse Botox. Sin embargo, tenga en cuenta que esta opción de tratamiento no está recomendada para todo el mundo. Las inyecciones de Botox están contraindicadas en personas con alergia conocida o reacción de hipersensibilidad a la albúmina humana y a la toxina botulínica, personas que padecen esclerosis múltiple, miastenia gravis, síndrome de Eaton - Lambert, etc. Las inyecciones de Botox también deben evitarse durante el embarazo y la lactancia. Hasta ahora no se ha estudiado el efecto de las inyecciones de Botox durante el embarazo y la lactancia, por lo que es más prudente evitarlas hasta el parto o hasta que se abandone la lactancia.