El síndrome de dolor regional complejo (SDRC) es una enfermedad que causa dolor extremo a una persona, generalmente en una extremidad, como un brazo o una pierna, pero también puede extenderse a todo el cuerpo. Se le ha dado el nombre de "complejo" porque hay muchas cosas sobre él que aún se desconocen. Las personas que padecen SDRC suelen adquirir los síntomas a raíz de una lesión, pero también puede desarrollarse tras una intervención quirúrgica, un ictus o un infarto de miocardio. Es una forma poco frecuente de dolor crónico.
¿Cuáles son los síntomas del SDRC?
El principal signo del SDRC es el dolor intenso que se experimenta en la zona afectada del cuerpo. Suele ser en las extremidades, como el brazo o el pie. A veces el dolor permanece localizado en la extremidad, pero otras veces puede extenderse por todo el cuerpo. Lo que diferencia el dolor del SDRC es la intensidad, por la que el dolor es más intenso de lo que se supone que se experimenta por la lesión. Además, el dolor debe durar unos meses antes de que pueda distinguirse del dolor normal debido a la lesión.
La mayoría de las personas con SDRC describen el dolor como un dolor punzante o quemante, similar a la sensación de alfileres y agujas. El dolor también es continuo, con algunos periodos intermitentes de menos dolor que pueden verse exacerbados por el estrés físico o emocional. Los signos y síntomas del SDRC varían de una persona a otra y también suelen cambiar con el tiempo.
En algunos pacientes, los signos y síntomas del SDRC tienden a empeorar con el tiempo, se extienden a otras partes del cuerpo y la extremidad afectada también puede sufrir cambios como alteraciones cutáneas, cambios de color, cambios en el pelo y las uñas, etc. Estos cambios suelen ser irreversibles. Por otro lado, en algunos pacientes, los signos y síntomas del SDRC tienden a resolverse por sí solos.
A medida que la persona sigue padeciendo CRPS, los especialistas de las clínicas del dolor pueden diagnosticar otros síntomas como:
Aumento de la sensibilidad (alodinia): la piel de la persona puede volverse tan sensible que incluso un ligero roce o un cambio de temperatura pueden causarle dolor,
- Cambios en la temperatura de la piel: a veces la superficie de la piel puede volverse muy caliente y otras muy fría. La superficie de la piel también se volverá sudorosa o seca dependiendo de la temperatura,
- Cambios en el color de la piel: a menudo la piel se vuelve de un rojo intenso y otras veces incluso azul,
- Hinchazón de la zona donde se localiza el dolor,
- Debilidad muscular,
- Espasmos musculares alrededor de la zona de la lesión,
- Atrofia muscular,
- Reblandecimiento y adelgazamiento de los huesos, especialmente en la zona más afectada,
- Sensibilidad de la articulación y rigidez,
- Inflamación de las articulaciones,
- Cambios en el crecimiento del cabello y las uñas,
- Dificultades para caminar y mover la parte del cuerpo afectada, etc.
¿Cuáles son las causas del SDRC?
El desencadenante más común del SDRC es el traumatismo, que representa el 90% de los casos de SDRC. Sin embargo, aún no se sabe por qué algunas personas desarrollan SDRC y otras no, aunque hayan sufrido el mismo traumatismo. Otros desencadenantes son la cirugía e incluso el pinchazo de una inyección. Una de las explicaciones es una respuesta excesiva a las lesiones, similar a la que se observa en una persona con alergias.
Otra teoría de los médicos especialistas en dolor sobre el SDRC se refiere a la implicación del daño nervioso, que puede afectar a otras partes del cuerpo más allá de donde se produjo la lesión. La teoría está respaldada por los daños en los nervios periféricos que se observan en quienes padecen SDRC. Cuando se lesionan los nervios periféricos, es posible que la lesión se extienda al sistema nervioso central, causando dolor en otras zonas del cuerpo.
Debido al nervio dañado, los vasos sanguíneos que se habían dilatado para producir la respuesta inflamatoria son incapaces de contraerse, y los músculos y tejidos se ven privados de oxígeno y comienzan a dañarse. Esto es lo que provoca los síntomas posteriores.
Diagnóstico y tratamiento
Puede realizarse una gammagrafía ósea trifásica para confirmar el SDRC. Una prueba negativa no descarta el SDRC. En última instancia, el diagnóstico se basa en los signos y síntomas que presenta el paciente. Una vez hecho el diagnóstico, el tratamiento consiste en medicamentos para aliviar el dolor, fisioterapia y apoyo psicológico, ya que el SDRC no tiene cura.
Entre los medicamentos más utilizados para el tratamiento del SDRC se incluyen analgésicos de venta libre, antidepresivos, anticonvulsivos, corticosteroides, medicamentos para la pérdida ósea, etc.